Tan cerca, tan lejos: Marruecos

Un viaje lleva a otro, cuando hice el Camino de Santiago en España con mi amigo Jose no sabíamos que cruzar la cordillera de los Pirineos nos llevaría al año siguiente a intentar subir un pico de más de 3.000m. Pero en lugar de eso decidimos ir a Marruecos por tres razones, primero por que allí podríamos encontrar un pico mayor, El Toubkal de 4.167m. Segundo por que nos salía más barato desplazarnos a Marruecos que intentar un 3.000 en España, y por último, por que era la excusa perfecta para conocer un país muy cercano al nuestro pero radicalmente distinto, poco más de 14km de mar separan España de Marruecos.

Pequeño pueblo del Atlas marroquí de camino al Toubkal

No es país para mujeres

A mediados del siglo XIX en Francia, había un pintor llamado Millet que se desarrolló en el estilo del realismo y pintaba a las mujeres en plena labor, todas ellas aparecían retratadas con enorme dignidad, retrataba así a las clases invisibles de la sociedad, entre ellas estaban las mujeres. Mi pequeña y barata  cámara observa a las mujeres del Perú de la misma forma que Millet lo hizo a mediados del XIX, si no me creéis, mirad las fotos que vienen a continuación.

Las espigadoras, Jean François Millet (1857)

Tiempos fríos, tiempos de floorball

Ya van 12 semanas en República Checa, y hoy os hablaré de otra de las cosas típicas de aquí. Ya os conté como es la gente, y cuáles son las costumbres, pero hoy quiero hacer un segundo capítulo sobre este país, que aunque es casi 5 veces más pequeño que España en territorio y población, tiene cosas más muy interesantes que ofrecernos.

Puente en el camino a la oficina en la que preparamos las actividades (Česká Lípa)

De Pacasmayo a Chiclayo se va por Jequetepeque

Una calle cualquiera, de un pueblo cualquiera de Perú. Así es Jequetepeque, un pequeño pueblo peruano de 2.000 habitantes, cerca de la costa. En los pueblos del Perú lo extraño es ver caminos asfaltados y lo común verlos de tierra. «Jeque» como dicen abreviando los lugareños es uno de tantos pueblos que subsisten olvidados por el Estado.

Si las paredes hablaran

Trujillo, en la costa norte del Perú, fue una de las primeras ciudades fundadas por los españoles, Francisco Pizarro lo hizo. También fue la primera del Perú en declararse independiente en 1820,  casi 300 años después, pero a parte de por su historia, Trujillo sorprende por sus contrastes de colores.

¡Un paraíso para surferos! Y más cosas…

Llegamos a Hunchaco al atardecer, todavía se veían surferos bajo el sol naranja.Nos encontrábamos en la costa norte de Perú, junto a la ciudad de Trujillo. Habíamos recorrido 175 km y cuatro horas por las difíciles curvas de la carretera de la sierra peruana, no era mucho, pero nos dio la impresión de haber cambiado de país.

Surferos al atardecer en las playas de Huchaco

Visita prenavideña a Budapest

El viaje a Budapest comenzaba de la mejor manera: un pub en Praga y unas buenas cervezas. Allí conocemos a dos ciudadanos de la ciudad dorada. Uno de ellos comienza a darnos buenos consejos para nuestra estancia en la capital de Hungría, a la que viajaba cada fin de semana por motivos de trabajo. Casi a las 11 de la noche del día 21 de diciembre, nos damos cuenta de que el tiempo vuela y nos dirigimos a la estación donde cogeremos el autobús de la compañía Student Agency hacia Budapest. Esta compañía además de tener los mejores precios (pagamos menos de 20€ por trayecto y persona), proporciona una pantalla para cada uno de los pasajeros en la que puedes escuchar música con diferentes discos de cada estilo, ver películas, leer libros o navegar en internet (en territorio checo), y además café o té gratis. Por delante 7 horas de viaje y dos paradas, Brno y Bratislava que gracias a este bus se hicieron bastante amenas.

Llegamos a Budapest y son las 6 de la mañana, la temperatura ronda los -6º centígrados y todos los cafés están aún cerrados. Así que hacemos un poco de tiempo, cambiamos dinero (la moneda de Hungría es el Forinto) y vamos al centro. Tomamos un café y desayunamos. Ahora son las 8 de la mañana y estamos listos para iniciar nuestro recorrido por esta inmensa ciudad capital del país del Gulash y del Danubio.

Anastasiia contenta porque ¡al fin estamos en Budapest!